La Isla de la Toja es uno de los rincones turísticos por excelencia de las
Rias Baixas. Enclavada en el municipio de O
Grove, ha sido uno de los referentes turísticos en el noroeste peninsular. Cualquiera nos remitiría al Gran Hotel, al Casino y al Balneario, o nos recordaría la fábrica de jabones ya cerrada. Sin embargo el otro cuatro estrellas de la Toja, el Hotel
Louxo, es esa pequeña gran sorpresa que se levanta en una de las esquinas de la isla, justo al lado del casino, y que sin gozar de tanta fama
mediatica como sus
convecinos, si atesora una calidad y una excelencia que le otorgan su ubicación y el buen hacer del personal del hotel. El
Laxo era para mi un
desconocido,
existía en la Toja antes que el Balneario. He visitado la isla desde los doce años, con mis padres, y si bien lo recuerdo desde entonces, siempre
permanecían en mi memoria la presencia
majestuosa del gran Hotel. Sin embargo,
tuve la ocasión de trabajar en la isla de la toja durante unos años, en otro de los negocios del
resort. Y descubrí durante ese tiempo, el
hotel Louxo, no solo como colaboradores, algunos de mis clientes y yo mismo, nos hemos alojado en sus instalaciones o hemos realizado alguno de los
eventos que organizaba de forma conjunta. Sino como
huésped. Y si es de importancia resaltar que el hecho de conocer al personal, empezando por el director
Amoedo o Laura la subdirectora, que merecen toda mi
consagración tanto
profesional como personal, me asegura un trato más cercano.
Pero si diré que no he visto que en ningún momento fuese diferente que el de cualquier otro cliente. si por
algo se caracteriza este hotel, desde mi punto de vista es por el
esfuerzo constante por satisfacer las necesidades del cliente eso le ha permitido en estos años, mantener un
fuerte base de clientes fieles, algo muy
difícil en estos tiempos, y crecer aprovechando las debilidades en el servicio de otros.
Los servicios los
podéis ver en el
web del
LOUXO. Las 116 habitaciones con vistas a la
ría. Los servicios del
talasso muy equilibrados. La restauración sin
estridencias pero muy apegada a los producto de la
ría. Y las propuestas siempre ajustadas al bolsillo de los clientes, sin olvidar que hablamos de un cuatro estrellas y que además esta en la Toja.
Lo mejor la atención del personal y el servicio de guardería, a los papás esto siempre nos va bien. Detalles, los acuerdos con el golf para los que les guste y la entrada gratis al casino para los que quieran jugar o ver como es un casino.
Quizás mi visión es poco imparcial ya que me une a este hotel una buena relación. Pero también la tengo con el Gran Hotel o el Balneario y mi opinión no es tan buena.