lunes, 5 de julio de 2010

De reyes & Dry martini

Dicen que se le fue la pinza, que apoyado en los excesos del bebercio se le desparramaron los sesos por el restaurante y la emprendió a bobadas con algunos comensales.

Si entrar a discutir si sus insultos eran o no antisemitas y que por ello hay que despedirlo. Las grandes marcas son muy sensibles a según que mala imagen. Hay que fijarse en dos cosas:

Primera: Aquí el amigo ha sido considerado por muchos ,y durante mucho tiempo, un pequeño genio de la moda. Genialidad locura y capricho van a menudo de la mano. La pinza, chaveta o neurona no se le ha ido estos días... La tiene así y eso lo hace diferente.

Dos: Se ha comportado como un perfecto maleducado y a la vez como un perfecto señor borracho hasta las trancas. Momento en el cual , hasta el más respetable de los señores se vuelve un genuino gilipollas de marca mayor. Dice barbaridades que en su sano juicio, por muy genio mimado que sea, se guardaría mucho de repetir. Y hace comentarios racistas, xenófobos, sexistas, machistas y todos los istos e istas que se nos puedan ocurrir.

Pero de eso a concluir que este es un tipo racista, me parece que se nos va un pelín el remo. me pregunto si su momento de oro, cuando tuvo el arrebato antisemita y de amor a Hitler, lo hubiese tenido antigitano, o anticurdo, o antipalestino o antiindio americano. O un simple amo al General Custer, conocido exterminador de sXIX. A lo mejor le hubiese caído disculpa publica y reprimenda....

Durante el periodo del holocausto, murieron millones de judíos, de gitanos, de rusos, de alemanes, de árabes, de indios, de japoneses, de americanos, de franceses, de seres humanos. Algunos, y no solo judíos por su condición religiosa o racial. Otros por la locura del hombre.

Una borrachera real, convierte a un rey de la moda en un estupido bocazas. Pero sólo en eso. Me da que en los medios hay ganas de revancha y mucho agarrarla con papel de fumar porque las diatribas del borracho se referían a dos judíos y declaró su amor de Dry Martini a uno de los locos de nuestra historia.

Disculpa pública, acto de contrición cristiano y perdón. El resto se parece más a un ojo por ojo y diente por diente del antiguo testamento.