Leía hoy el post del Gourmet sobre la foto de los furtivos que sale en La Voz, donde se preguntaba sobre la capacidad de los periodistas y la incapacidad de los inspectores.
Creo que se trata simplemente de una gradación de la motivación, o como decía mi abuelo, del hambre.
El furtivo tiene más hambre que los que deben perseguirle y además sabe que sus perseguidores tienen la barriga llena, y que además trabajan con horarios fijos y sueldo a fin de mes, Y que si ellos son estómagos agradecidos, los jefes que los controlan lo son más aun que los primeros, y no digamos nada de los políticos que los alumbran.
El fotógrafo, al igual que el furtivo tiene hambre de un sueldo mejor, de una vida mejor que esa de estar a la espera de la foto que valga una portada o un interior para comer ese mes y pagar los recibos, por eso hizo la foto, preguntando, haciendo un trabajo de investigación.
El furtivo y el fotógrafo siempre se encontrarán. El cazador, como no se le ponga a tiro la pieza, difícil será.
Como dicen las mentes ancianas de mi aldea "si o gato non ten fame o rato come o trigo"