lunes, 22 de septiembre de 2008



Leía hoy el post del Gourmet sobre la foto de los furtivos que sale en La Voz, donde se preguntaba sobre la capacidad de los periodistas y la incapacidad de los inspectores.

Creo que se trata simplemente de una gradación de la motivación, o como decía mi abuelo, del hambre.

El furtivo tiene más hambre que los que deben perseguirle y además sabe que sus perseguidores tienen la barriga llena, y que además trabajan con horarios fijos y sueldo a fin de mes, Y que si ellos son estómagos agradecidos, los jefes que los controlan lo son más aun que los primeros, y no digamos nada de los políticos que los alumbran.

El fotógrafo, al igual que el furtivo tiene hambre de un sueldo mejor, de una vida mejor que esa de estar a la espera de la foto que valga una portada o un interior para comer ese mes y pagar los recibos, por eso hizo la foto, preguntando, haciendo un trabajo de investigación.

El furtivo y el fotógrafo siempre se encontrarán. El cazador, como no se le ponga a tiro la pieza, difícil será.

Como dicen las mentes ancianas de mi aldea "si o gato non ten fame o rato come o trigo"

2 comentarios:

Tony dijo...

Copio lo ya opinado del tema en el blog de Gourmet :

Está clara una cosa, si hay furtivismo, hay clientes, sean particulares para darse un homenaje o profesionales de algun sector para conseguir buen genero, ahorrarse unos eurillos o trabajar dicho género fuera de temporada.

El problema es que los furtivos por norma general no tienen nada a su nombre ni nada que perder. Lo de las multas les da igual.

Si lo que se repartiese en vez de multitas fuera una buena mano de ostias (perdón por la expresión, pero es que están acabando con todo), seguro que la mayoría se lo pensaría.

Respecto a la famosa operación en la que estuvo inculpada Toñi Vicente y un puñado de empresarios más, no se si saldrá exculpada o no.

Si ella y los demás salen exculpados, entonces los incluiremos entre el pequeño 0.10% de los hosteleros que no compran fuera de los canales habituales de distribución.

En el mundo de la hostelería es practica habitual el saltarte los canales de distribución. Pensar otra cosa es mirar para otro lado.

No se que opinión te merece a tí.

Amadeo Florentino dijo...

Desde un punto de vista mercantil, todo es cuestión de oferta y demanda.
Es cierto que mientras haya compradores habrá vendedores, pero tambien lo es que si el organismo encargado del control hace, con las sanciones y los controles que sea más caro comprar fuera de lo legal, se acabará el problema. Pero como dije antes, si el gato no caza, el ratón se harta.
Cuando nos duela porque no convenza el producto gallego, porque lo consideren poco seguro, entonces empezaremos a correr y quizás ya se haya perdido mucho tiempo.