No se, quizás soy un poco pesimista, pero creo que gastar tanta pasta en tener tanta fiesta gastronómica de uno o dos días de duración, con concierto de Pili Pimpín incluido, y no dedicar ese capital a esfuerzos promocionales más a largo plazo de valores locales, como los paisajes, los restos del románico o prerrománicos, los valores etnográficos, la artesanía que si creo que son hechos diferenciales únicos, lo único que realmente hace es minusvalorar a las que si se podrían considerar fiestas de éxito, y perder recursos en autobombo inútil.
Si nuestros políticos en vez de autoonanizarse en su profundo minifundio localista, hablasen con el del municipio vecino, aunque sea de otro colorín y potenciasen áreas comunes mejorando infraestructuras y servicios. Quizás tendíamos menos comilonas localistas sin mucho interés y ganaríamos en ofertas turísticas y en turistas.
Esto es pan para hoy y hambre para mañana, y ya jodería que el hambre de mañana nos llegase por un exceso de fartura hoy.
2 comentarios:
Hermano mío, acabas de dar con el quit de la cuestión. Pero a los políticos locales lo que les puede más es la llamada de la poltrona. Y si para eso hay que llevar un duo y pagar parte de la farturada, se paga. Que despues hay cosas más importantes sin hacer, no pasa nada, pero siguen en la poltrona y disfrutan de su trono. Un saludo.
Esto mesmo é o que pensamos moitos, menos paparotas e máis recursos para a promoción cultural dos nosos interese nauticos-paisaxísticos, arqueolóxicos-artísticos, musicais...
unha forte aperta
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