miércoles, 25 de junio de 2008

DE PRADA, ¡POR DIOS!

(foto del Blog del Gourmet)
Evolución versus creación. Ya estaba muy tranquilo yo después de haberme desahogado con mi anterior post, cuando en mi revisión de los blogs, releo el de Gourmet sobre Juan Manuel de Prada, y repasando comentarios me fijo en un link que adjunta el pingue gourmet sobre un articulo de de Prada sobre la intervención del misterio.Titulado(La firma del hombre,
La señal más evidente de la independencia y misteriosa singularidad del hombre es el impulso artístico). Todo un dechado del hablar por justificar que caracteriza habitualmente a los creacionistas y seudocreacionistas.

No entraré en el fondo del artículo, ya que para ello debería releer en profundidad algunos de los libros de neurofisiología de mi mujer, de historia y de paleontología, serenarme, y tratar de ser lo más pedagógico posible y lo menos demagogo.

Pero si voy a utilizar dos ejemplos para mostrar lo giliflautas que podemos ser si seguimos líneas de argumentación tan pobres como las del señor de Prada.

Pregunta: si el misterio dejó en nuestra alma la inteligencia, para mi que se retrasó años. Si basamos la mayor, en el arte de la arquitectura, imaginemos la cantidad de Misterio que hay que tener para hacer nidos como los paja ros sastre, por nombrar a una bella criatura que el sr sólo ha colocado al servicio de hombre. Un ser minúsculo sin pulgar oponible que permita manipular los tejidos, pero al que este ser, que escribe lleno de Misterio, es incapaz de igualar.

Y que decir de la cantidad de misterio que se exige a las tiernas abejas para orientarse sin GPS y luego contárselo a sus congéneres por medio de un sofisticado y misterioso sistema teniendo un error máximo de 10cm.

El problema es, el punto de partida. Para los creacionismos, el punto de partida es la Verdad del libro. Y todo debe ser ajustado a esa verdad.

Para los no creacionistas el punto de partida es la hipótesis, que debe ser comprobada para convertirse en "verdad" pero siempre sujeta a revisión.

Es el enfrentamiento entre lo finito y lo infinito.

3 comentarios:

Jorge Guitián dijo...

Me prometí no escribir un post sobre el asunto pero, técnicamente, este no es mi blog, así que no es un post en sentido estricto. Es broma. Tranquilo, que intentaré ser breve.

Llevo desde el año 1998 dedicándome a estudiar el arte rupestre. Por eso me molesta especialmente que, tras diez años dándole vueltas (y soy un recién llegado) venga alguien que no sabe nada y utilice mi campo de investigación como pretexto para argumentar un punto de llegada que tenía preestablecido.

En fin, en esto del arte prehistórico, aunque de Prada lo desconozca, hay, probablemente, un contínuo que va desde lo lúdico, casi lo casual, a lo culturalmente relevante; desde la ausencia de decoración hasta Altamira. Hay también idas y venidas, procesos de prefeccionamiento y posterior simplificación (aparente) hacia la abstracción. No es una línea recta, sino que hay avances, retrocesos y zigzagueos. Un poco como si ese Misterio se revelase a veces más y a veces menos.

Pero no es cuestión de limitarse al campo del arte. Quien conozca lo más mínimo de paleoantropología entenderá que la disputa creacionismo/evolucionismo simplemente está fuera de lugar.

En cualquier caso, y por no alargar más el comentario, le recomendaría a de Prada un poco más de prudencia en temas que desconoce y, para introducirse en este, la lectura de La Especie Elegida, de Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez. No es mal punto de partida para empezar a relativizar.

Amadeo Florentino dijo...

Tienes razón Gourmet, pero esperar que un creacionista lea algo que no sea EL LIBRO, o a justificadores del libro es perder el tiempo. Aunque Chesterton tuvo una época anterior a convertirse al catolicismo que es interesante.
Yo pensé en hacer referencias a Micea Eliade o Malinowski para hacerle ver que la religión es un codigo y que como tal código se pintaron en un inicio las cuevas y las armas de caza. Pero sería perder el tiempo. Quien se apoya en LA VERDAD REVELADA no atiende a razones. Así que la ironia y el absurdo són los únicos refugios que nos quedan.
En el caso del arte. Un conservador defensor de la tradición define el arte como los pollos definen a su madre: lo primero que ven es su madre, aunque sea un caimán. Lo primero que vieron en arte fué lo que les enseñaron sus mayores, y ahí se han quedado, no hay más madres.

Anónimo dijo...

El tema del creacionismo es algo que tiene una investigación científica muy desarrollada, más que la del evolucionismo, además porque no sólo se estudia la realidad desde un punto de partida materialista, sino que también tiene en cuenta aquello que a la ciencia técnico experimental se escapa y que sin tener ninguna prueba concluyente y definitiva rechaza por pura intuición, el espíritu, lo que es un atrevimiento poco científico.
Esto que digo en principio no tiene nada que ver con la teología o como eso que llaman El Libro, y que debe ser el Génesis de la Biblia, sino con el mero sentido común y con el reconocimiento de manifestaciones evidentes de lo espiritual.
Por cierto, que el creacionismo no es incompatible con el evolucionismo. Y además la Iglesia no reniega de ninguna de las dos. Claro está que para saber esto hay que leer algo más que a Arsuaga -una autoridad sobre Atapuerca- y conocer de primera mano, no sólo de oídas lo que dicen "los otros".