miércoles, 25 de junio de 2008

TURGALICIA Y LAS BUENAS FORMAS

Había quedado con un amigo para hablar de una posible colaboración en una serie de historias que estoy preparando. Decidimos que como hacía mucho que no nos veíamos, era el momento ideal para tomar una cerveza y ponernos al día de todo. Mi amigo vive en Barcelona y tiene un marcado acento catalán. Además cuando nos vemos solemos conversar en su lengua ya que yo viví desde los seis años en BCN y como es lógico la domino, además en conversaciones privadas da un plus de intimidad.
Nos sentamos en una terraza. Pedimos un par de cervezas, y sorprendido vi que no traían el pincho habitual (que es de cortesía). Se lo recordé al camarero, en gallego, y el tipo con mala cara, nos lo trajo. A partir de ahí se generó una situación digna del surrealismo:
-¿Y el pincho lo van a pagar como en Cataluña o espera que se lo regalemos los españoles?-
-Perdón? Pregunté sorprendido y con la ilusa esperanza de que esbozase una disculpa.
-Que los catalanes como vosotros se lo quedan todo y encima van hablando el catalán por todo el mundo.
-Disculpe, yo soy gallego y....
-Peor que un catalán es un gallego nuevo de esos que quieren ser como los catalanes y nos obligan a hablar gallego a los otros gallegos.
En ese momento le recordé que después de oír la cope hay que tomarse las pastillas para los nervios.
Justo a mitad de mi diatriba y bastante cabreado, apareció el propietario para poner paz. Sin previo aviso, y como el camarero le debe tener acostumbrado a darle problemas, empezó a ciscarse en todos los muertos que le alumbraron y en la puta madre que lo parió, (que al parecer era su tía).
Se disculpo con nosotros, y sin darnos tiempo a más nos dijo que la ronda corría a cuenta de la casa y que mil perdones, que si es difícil encontrar personal y este muchacho es casi un favor familiar. Pero que tal y como estaban las cosas con el, que lo echaba a fin de mes y contrataba a un par de inmigrantes por lo que le tenía que pagar a este. Que los inmigrantes no eran muy buenos pero que eran, por lo menos, mas amables.....
Todavía seguimos con la boca abierta.
Y a causa de esto recordé una información de turgalicia, sobre una campaña que se haría este verano, para fomentar las buenas formas con los turistas en hostelería.... Así que como dice la vieja del anuncio de fabada , empiecen ya ¡QUE HAY PRISA, QUE HAY PRISA!

4 comentarios:

Tony dijo...

Unteresante post. La experiencia y el camarero la verdad que es de película de Berlanga. Respecto a lo que comentó el dueño del local respecto al personal no iba muy equivocado. El camarero, como vulgarmente se dice, menudo Xastrón. Un saludo.

Amadeo Florentino dijo...

lo más sorprendente fue la que parecía que si lo insultaba mucho nosotros nos daríamos porsatisfechos.
De Pepe Gotera y Otilio

Tony dijo...

Son cosas chocantes pero gracias a dios no suelen ser habituales.

Anónimo dijo...

Increíble esto que cuentas...era para denunciarlo o partirle la cara directamente.
El atrevimiento y falta de respeto a ese nivel no se cubre con pagar la cuenta pero al menos el dueño la quiso arreglar...aunque después la embarró casi como su empleado con que "contrataba a un par de inmigrantes por lo que le tenía que pagar a este" jaaa una locura.
En mi blog me quejaba hace un tiempo justamente de como han cambiado los mozos..
Saludos,
Katia