lunes, 26 de mayo de 2008

CALDO GALEGO

Hoy he leído en mi apreciado gourmet de provincias un artículo, OPINIONES PARA TODOS LOS GUSTOS, en el que se defiende de una critica de José Carlos Capel, hacia los blogs de gastronomía, que sale publicada en el País. (HIERVEN LOS BLOGS).
No me considero un blog gastrónomo, ni tan siquiera un gastrónomo aficionado. Si quizás una persona que siente una gran atracción por este mundo de los yantares, y que, con mucho cuidado, se intenta instruir en lo que puede y, sobre todo, procura ser cuidadoso con lo que dice. Pero en el tiempo que me llevo aproximando a estas cuestiones gastronómicas, y apoyandome en mi experiencia (ni mejor ni peor que la de nadie, pero la mía al fin y al cabo) me permito escribir un par de comentarios.
Soy editor de una pequeña y humilde revista, que dentro de sus contenidos incluye tremas de gastronomía, en el que el alter ego del gourmet participa haciendo lo que creo que hace muy bien, hablar de restaurantes y temas de gastronomía. Por este hecho he recibido comentarios de supuestos profesionales, y en nuestras conversaciones ya han conocido mi posición, en la que me insinuaban, (puñetera manía que tienen algunos de no decir las cosas claras) que lo mejor era contratar a un crítico profesional. Cuando les invité a poner sus opiniones, negro sobre blanco en mi revista, se negaron, aduciendo que no les gustaba entrar en polémica.
Mi opinión es bien distinta:
Creo que muchos de estos críticos que despotrican de los blogers, son sólo profesionales del quien paga manda.
Que se han pasado demasiado tiempo adorando o machacando por encargo, vamos como las lumis. Y que cuando alguien, con criterio asoma sus narices por lo que ellos consideran su territorio, intuyen el peligro, como la puta vieja que ve que otra más joven le empieza a disputar la calle.
Que el tiempo avanza como un tsunami y que Internet es la herramienta de los libertarios, donde todo aquel que quiera puede defender sus posiciones, y los editores ya no podemos controlar lo editado, porque editor puede ser cualquiera.
Que como decía mi abuela, -Aquí todos creen que hacer caldo gallego es echar cuatro verduras y unto en la pota y ponerlo a hervir, y se olvidan de lo importante, el cariño.
Creo que el anonimato del blog es hipotético y que una parte importante de los blogs, o por lo menos los que yo leo, los escriben gentes serias; Amateurs en todo el significado de la palabra.
Y que por ahí anda mucho medio suelto, que tiene miedos y escribelineas a sueldo que ven peligrar parte de los ingresos de la esquina.
Para que conste, y sin que sirva de precedente, este lo firmo con mi nombre y cargo, no sea que piensen que miento en lo de editor.
Ismael Fuentes Douton
Editor de Guiacicerone.

1 comentario:

Jorge Guitián dijo...

Gracias por la defensa, tanto la que haces de los blogs como la que me toca directamente.

Agradezco el voto de confianza y me alegro de que compartamos puntos de vista.

Respecto a lo otro que comentas, viviendo como vivimos en el pais en el que la gente prefiere intentar manipular con una llamada telefónica a terceros antes que entrar en debates abiertos (porque en los debates corres el peligro de que repliquen), me temo que en tu cargo de editor encontrarás unos cuantos ejemplos como el que comentas. No es la primera vez que me pasa y no será la última. Me temo, incluso, que aunque no comentes nombres podría hacer apuestas con bastantes posibilidades de acertar.

Sólo una pregunta para quien viene con este tipo de maniobras: ¿Dónde reparten el carnet de crítico profesional? Yo no lo sé, no conozco a nadie que lo tenga y me gustaría saber dónde lo obtuvieron esos que ahora pretenden cerrarnos el paso a los demás y encastillarse en su feudo. El día que alguien me enseñe ese carnet de crítico gastronómico profesional titulado aceptaré ese tipo de críticas. De momento, me conformo con la confianza de algún que otro editor y de unos cuantos profesionales de la gastronomía que, para mi, son aval suficiente.

Saludos.